AYER SE MURIÓ ALFONSO

Ene 14, 2021 | Sin categoría | 6 Comentarios

AYER SE MURIÓ ALFONSO

Ene 14, 2021 | Sin categoría | 6 Comentarios

Alfonso Flores Arizmendi, Q.E.P.D.

Tenía sesenta y cinco años. Fue de covid y yo ni siquiera me había enterado de que estaba hospitalizado. Me dieron la noticia esta mañana por mensaje. “Sé que formó parte de tu vida, por eso te lo digo”, escribió mi amiga. Y a mí lo que me duele es ese verbo en pasado: formó. Lo conocí cuando tenía ocho años, en una fiesta de cumpleaños de mi mamá. De todos los presentes fue el único que nos llamó para ponernos junto a ella mientras apagaba las velas.

Mientras leía el mensaje las lágrimas se me escaparon copiosas sin que yo pudiera hacer nada por evitarlo. Porque íbamos a vernos pronto, ya habíamos quedado. En junio, cuando fuera a visitar con la familia. Tenía la ilusión de retomar la relación, de invitarlo a tomar un café y preguntarle a calzón quitado ¿por qué te separaste de mi mamá? ¿Cuál es tu versión de los hechos? Hablaríamos, bromearíamos, le presentaría a mis hijos y saldríamos de ahí con una conexión, ya no de padre e hija, sino de amigos. Porque aunque lo llamé papá por casi veinte años, siempre tuve a mi verdadero padre a mi lado. Alfonso no era un sustituto, era un añadido. Y yo lo dejé alejarse. ¿Qué clase de persona hace eso? Es verdad que mi madre no estaba lista para que yo me comportara con él como si nada y él tampoco se esforzó mucho por mantener el contacto. Pero él está muerto y a los muertos no se les juzga.

No hice lo suficiente. Pensaba que tendría tiempo de sobra. No me pasó jamás por la cabeza que la pandemia podría afectarle a él. Estaba gordo, pero lo recordaba fuerte. Fumaba mucho, aunque al parecer ya lo había dejado. No estoy segura y me duele la cabeza de tanto reclamarme el no haberme interesado más.

Hace un rato corrí a buscar en mi caja de fotos viejas alguna donde saliera él. Conforme hojeaba los mazos de impresiones empecé a ser presa del ansia, no había ninguna ¿cómo era posible? Lo único que encontré fue un negativo donde había una sesión de unas cinco o seis fotos que tomé de la familia que éramos en ese entonces. Al final encontré unas fotos en un disco duro viejo. Las del negativo las llevaré a revelar en cuanto pueda y mientras tanto tendré que sobrellevar mi estupor por haberlo sacado de mi vida de forma tan eficiente, casi inconsciente, por la puerta de atrás. ¿Fue por solidaridad a mi madre? ¿Por resarcir a mi padre por haber dejado que le usurparan su lugar durante tantos años?

Alfonso deja huérfano a un hijo de once años al que he visto solo en su perfil de Whatsapp ¿tengo derecho a darle el pésame? En cierta manera Alfonso ejerció de padre conmigo por más tiempo del que lo hizo con él, pero no es lo mismo y ese niño tenía derecho a vivir las partes que me tocaron a mí. A la viuda no la he visto nunca, no me conoce, aunque estoy segura de que saben quién soy. Entre los dos había buena vibra. Supongo que él también pensó que había tiempo.
Y ahora me encuentro con que ni siquiera podré ir al funeral. La pandemia no solo te quita a las personas, también te quita la oportunidad de despedirte.

No lo hice bien. He tenido la cabeza metida en el culo todos estos años. De repente acuden a mi mente un montón de recuerdos de mi adolescencia en la casa de la calle Alicante y se me viene abajo el esternón, aplastando todo a su paso. ¿Era Alfonso una buena persona? ¿Una GRAN persona? Ni idea. Pero fue bueno conmigo. Él me enseñó a manejar y me tuvo la suficiente confianza como para prestarme su coche hasta que se volvió mío. Me consoló cuando ese primer novio para el que yo no estaba preparada me dejó por otra y yo me quería morir; no hizo gran cosa en realidad, pero se tomó la molestia de sentarse junto a mí, a solas, para abrazarme y dejarme llorar en su hombro hasta cansarme. Tenía un sentido del humor simple que a mí me parecía gracioso, él trajo a la casa el gusto por géneros apócrifos como la ciencia ficción y la fantasía que tanto nutren ahora mi imaginación y por años intentó enseñarme defensa personal con pésimos resultados. De hecho, mi relación con Nacho tuvo su aprobación en automático cuando supo que él también hacía artes marciales. Adoraba hablar de un marxismo polvoriento mientras observaba las exhalaciones de humo que brotaban de su cigarro, aunque a veces le costaba elaborar su discurso. Con el cristianismo era escéptico, ponía cara de tipo duro, pero le gustaba escuchar los sermones y las historias de la Biblia. Algo debe de haber encontrado ahí que le hizo sentido al final porque me contaron que lo vieron asistiendo a la congregación en varias ocasiones con su hijo y con su esposa. Si al final creyó en Dios, espero que ahora mismo esté encontrando todas sus respuestas.

Por mi parte, seguiré armando el puzzle de nuestra relación, sin ningún objetivo claro y por pura neurosis, porque no importa qué tipo de reconstrucciones haga, siempre habrá una pieza que falte.

6 Comentarios

  1. Luz Ma

    No tienes por qué flagelarte. Puedes hacer el ejercicio de cuestionarte los actos, si es que no quieres que pasen con alguien más. Pero, al fin y a la postre, las cosas son como son. El quiebre es responsabilidad de ambos y, sin hablar más de la cuenta por aquí, no creo que hubieses podido hacer más que alejarte para poder sobrellevar otras relaciones. Alfonso era un tipo cool y cumplió su cometido. No todo el mundo que entra en nuestras vidas se queda para siempre. Simplemente, están hasta que tienen que estar. Ahora, desde el espacio espiritual, o el de la ciencia ficción (qué importa), seguro conoció a tus hijos y se despidió. Te mando un abrazo apret’o, amiga y espero poder verte pronto en algún punto del planeta…

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    • Aldonza

      Así es. No es flagele, es coraje. Como si mañana te dijeran “se acabó el mar” y ya no lo puedes ver más. Él sabía que lo quería mucho y estábamos en contacto. Pero me hubiera gustado verle más y su muerte me parece muy triste.

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  2. Majo R.

    Aldo te abrazo muy fuerte. Sin duda el sabía todo lo que lo querías. Atesorarlo en tu corazón para siempre

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  3. Judit

    Mis abrazos, amiga. Ojalá pudiera hacer yo ahora lo que él hizo por ti, sentarme a tu lado y que lloraras hasta sacarlo todo. Hazlo con Nacho, su hombro es seguro más firme 🙂

    No te culpes, atesora, como bien te han dicho. Se te quiere.
    Besotes

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  4. Mariana Magallanes

    Amiga fuerza y coraje si es verdad que después que morimos vamos al cielo estoy seguro que hablará con papá Dios que el es el único que ve nuestros corazones y le dirá todo el sentimiento que ahora estás probando y verás que Alfonso te acompañara siempre en tus pasos y ahora te iluminará desde el más allá,como una especia de ángel En estos momentos creo que los muertos están mejor que los vivos.. fuerza , coraje y valentía amiga hermosa… tu vas a tener la capacidad de cambiar tu dolor por alegrias , y verás que el tiempo te dará las respuestas por una cosa o por la otra.. te abrazo apretadito

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  5. Celia

    Veo este post a destiempo, Aldonza, pero no puedo por más que desear que después de todo te haya quedado un poso bonito. Yo que tengo dos padres, una madre, y varias parejas y exparejas de mi padre que han pasado por mi vida, te entiendo. Pero como te dice una amiga más arriba, hay personas que pasan sin quedarse una vez el cometido conseguido. Un beso grande.

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