De un tiempo para acá me pasa que los lunes por la mañana me pongo “así bien quien sabe cómo”. Es dejar a los niños en la escuela y me entran unas ñáñaras en el estómago que no sé muy bien cómo explicar. No sé si es que me cuesta habituarme a la paz después de un fin de semana lleno de acción, moretones, desveladas y ruido…mucho ruido. O es que me da un minisíndrome de nido vacío.
Sea lo que sea, no me puedo sacudir mis Monday Blues (por llamarlos de alguna manera) y he pensado que podría aprovechar el fenómeno para crear un hábito productivo. Así que, mientras me dure la angustia post fin de semana escribiré una entrada en el blog todos los lunes. Dicen que nunca es tarde para crear hábitos buenos y espero que este hábito se quede conmigo aún después de superar mi problema de los lunes, porque a pesar de haberme animado a escribir más, nadie quiere sentir melancolía programada.
Además, me di a la tarea de hacerle un cambio de look al blog porque no me gusta eso de “en casa del herrero, cuchillo de palo” y no podía ser que si parte de mis ocupaciones profesionales incluyen hacer páginas web la mía estuviera tan descuidada.
Como parte de las mejoras he incluido un módulo para suscribirse al blog, es decir, tú me dejas tu correo y yo te aviso cuando se publique una nueva entrada. Les prometo que nunca jamás será más de un correo a la semana y que sus correos están a salvo conmigo.
Para los que tal vez no se han pasado mucho por aquí o son nuevos por el blog, añadí un extracto en la página principal para definir las temáticas del blog.
Además, pronto encontrarán una nueva sección sobre mi faceta de escritora. Todavía estoy trabajando en ella porque quiero contarles todo, absolutamente todo sobre la novela que escribí y la que está en el horno, pero necesito un poco más de tiempo.
Así que ¿qué dicen? ¿les gustan los cambios? Sobra decir que me haría una enorme ilusión que se suscribieran.
Solo tienen que poner su nombre, email y confirmar la suscripción cuando les llegue el correo de verificación. A los primeros treinta suscriptores les prometo un avance exclusivo de la novela. (¡Ah!, el dulce arte de sobornar, el bien más preciado de una madre).
Y para los que andaban con el pendiente por el último post, no se preocupen, estamos todos bien. El covid le dio una buena arrastrada a mi marido y ahora me presume que bajó de peso. A mí, por supuesto, no me dio nada, ni una décima de fiebre. No bajé de peso ni siquiera he tenido gripe este año. Lo único que hice fue lavar y lavar ropa, desinfectar hasta el último rincón de la casa y esperar inútilmente que el niño o #miesposo me contagiaran. Tal vez debería de donar mi cuerpo a la ciencia, para que estudien por qué ni el bicho me quiere.
En estos días me ponen la vacuna y después nos iremos a España a pasar parte del verano. Crucemos los dedos para que esta pandemia se quede en el olvido y pronto podamos tener conversaciones que no incluyan terminología viral.
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¡Chula! Todo el éxito del mundo en esta etapa, mira cómo nos lleva la vida a donde tenemos que llegar. ¡Te mando un abrazo grande!
gracias, Carla!! está todavía muy en pañales el proyecto, pero hay que hacer la lucha.
Esta muy bonito
Suscristísima y con suerte en el grupo de los privilegiados que recibirán premio. Ya sabes que soy fan tuya, que ilusión decir “yo la conozco”. Lo del virus que ni te quiere ha sonado a lamento de baja autoestima pero te perdono porque sé que sabes que eres preciosa y estupenda. Te sigo hasta el fin del mundo maidiar.