El día de la vacuna

Jun 29, 2021 | #HagamosUnaLista | 4 Comentarios

Esta semana no pude cumplir con mi promesa de escribir en lunes. En mi defensa podría decir que fue porque tenía la cita para la primera dosis de la vacuna. También podría decir que #miesposo está de viaje de trabajo (sí, otra vez) y voy como loca. Pero como loca voy siempre, si he de ser sincera.
Las razones por las que no pude subir nada ayer fueron varias y de diversa naturaleza. Y se las presento a ustedes, amables lectores, en forma de lista, porque además es un formato que tenía pensado añadir al blog cuando el contenido lo amerite. Categoría: #HagamosUnaLista, porque ¿a quién no le gustan unos bonitos bullet points?

1. Cambié de tema.
Estaba decidida a escribir sobre la mentada fiesta de mi hijo, que por cierto fue muy bien, todo muy bonito, muy precioso. Pero se me quedaba corto, no me parecía bien seguir divagando alrededor de mis micro batallas de madre desesperada. Fue solo una fiesta y no seré ni la primera ni la última en intentar organizar algo contrarreloj.

c2. Me ponían la vacuna y me pareció un gran momento a nivel personal.
Probablemente todos los que me leen ya están vacunados desde hace mucho y les parecerá hasta aburrido hablar del tema, pero yo lo viví como un acontecimiento histórico, casi sentía el espíritu de Neil Amstrong caminando a mi lado mientras entraba en el recinto de vacunación. Éramos él y yo, mano a mano, cambiando el rumbo de la humanidad. Por cierto, ¿sabían que la palabra vacuna sí tiene que ver con las vacas? En los países donde el idioma no hace evidente la relación, mucha gente no lo sabe. En italiano vaca se dice “mucca” y vacuna se dice “vaccino” así que a veces consigo impresionar a unos cuantos cuando les cuento que Louis Pasteur acuñó el término “vacuna” en honor a Edward Jenner, un médico que observó que las mujeres que ordeñaban vacas presentaban algunas lesiones al estar en contacto con la viruela bovina, pero que luego parecían inmunes al letal virus de la viruela humana. Hizo una prueba exponiendo a un niño de 8 años a pus de vaca y voilà. Un poco osado de su parte porque se pasó bastante de lanza en su experimento, pero estamos hablando del siglo XVIII y eran tiempos extremos.

3. Me volví un poco loca con el análisis de los pros y contras de la vacuna.
De hecho, todavía estoy tratando de sacar conclusiones. Porque la vacuna de Pfizer (que es la que me pusieron) no porta el virus, solo prepara al cuerpo para combatirlo. Pero mi cuerpo estuvo en contacto con el covid, el maldito bicho me respiró en la nuca en febrero y no pasó nada. Entonces ¿por qué forzar a mi cuerpo a defenderse contra un bicho que no se pega? Siento que es una salvajada de mi parte hacer semejante afirmación porque no tengo ni idea de por qué no me dio covid, no sé si a lo mejor la cepa Delta sí que me enfermaría y la vacuna de Pfizer me servirá como defensa. Lo que sí sé es que veo a la gente muy relajadita con el tema de vacunas y me gustaría enfatizar que estar vacunados no frena la transmisión del virus por completo. Aquí hay un artículo interesante donde explican la diferencia entre frenar la infección y frenar la enfermedad, y una cosa que se llama inmunidad esterilizante que ¡oh, sorpresa! no todas las vacunas consiguen. Aunque en este otro artículo explican lo que dicen los últimos estudios sobre la efectividad de las diferentes vacunas contra el Covid en cuanto a frenar contagios. ¿Ustedes creen que después de estar perdiendo tanto rato leyendo sobre el tema me quedó tiempo para escribir el blog? Obviamente mi carácter obesivo compulsivo jugó en mi contra en esta ocasión.

4. Tom Hiddleston.
Nunca subestimemos la capacidad de Tom Hiddleston de distraerme de mis ocupaciones.

5. Una mini crisis existencial en la que empecé a cuestionarme si la vida no era nada más que un cúmulo de derrotas.
Batallas perdidas contra el tiempo, el deseo, la gravedad, la propia inteligencia, la naturaleza, los extraterrestres. Me pregunté si estar vivo no es más que jugar contra una computadora que está programada para siempre hacernos perder la partida, con unas reglas del juego que de manera intrínseca anulan la posibilidad de una victoria. De eso no saqué nada en claro.

6. Mis hijos querían dormir conmigo.
Normalmente cuando en el día no termino mis pendientes, uso las horas nocturnas para ponerme al corriente, pero mis hijos se sublevaron ante la ausencia del papá y se levantaron en peluches (que es como levantarse en armas pero llevando peluches a mi cama para marcar el territorio). No me quedó otra que sucumbir y quedarme dormida yo también mientras sus manitas y sus piecitos buscaban contacto conmigo, lo cual debo decir me ayudó mucho a calmar mis fobias existenciales.

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4 Comentarios

  1. Maritere

    Me encanta leerte y ver lo unida que estás con los niños, un abrazo. Ojalá no te haya dado reacción la vacuna

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  2. Deniz

    Nobody knows who Tom Hiddleston is anymore! Let him go!

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    • Aldonza

      I won’t ever let him go! E-VER. That’s just me. And actually he has his Loki show now on Disney so SOME people know who he is… maybe not the kind of people that screams at boy bands, but still…

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  3. Celia

    Pues bravo por la vacuna, estoy convencida que si bien puede que no sea la solución ideal sí es la vía… Te recomiendo muy mucho la claridad de Boticaria García y de otros expertos divulgadores, te pido por Instagram por si tu tiempo te lo permite 😉

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